Soy un fotógrafo argentino de 77 años. A lo largo de mi vida, he tenido el privilegio de formar una hermosa familia de la cual me siento profundamente orgulloso. Mi esposa es mi compañera y musa.
A pesar de dedicar incontables horas a mi trabajo formal como empresario y abogado especializado en diversas áreas, la fotografía siempre ha ocupado un lugar muy importante en mi corazón. A medida que los años avanzan, he tenido la fortuna de poder dedicarle más tiempo y disfrutar de esta pasión cada vez más.
Mi historia con la fotografía se remonta a mi infancia, cuando a los 8 años comencé a experimentar con una antigua cámara de fuelle regalada por un tío. En mis primeros pasos, utilicé la fotografía analógica y realizaba el proceso de copiado en un cuarto oscuro. Sin embargo, en la actualidad, me he volcado a la fotografía y edición digital, que me fascina, desafía y divierte mucho.
En los últimos 6 años, he tenido la alegría de participar en muestras colectivas, individuales y ferias de arte. Encontrarme en espacios donde mis obras conviven con un público que las observa me llena de alegría y curiosidad. Descifrar y conocer lo que sienten los observadores al contemplar mis fotografías es un desafío que me motiva y enriquece mi conexión con el arte.
En mis viajes por el mundo mi cámara siempre ha tenido lugar en mi valija. Mis imágenes son un reflejo de mi mirada curiosa y sensible que no deja de asombrarse capturando la danza de luces y sombras en los lugares que he tenido la oportunidad de visitar.
Para mí, la fotografía es una forma de compartir mi visión del mundo y a la vez una parte de mi.
Cada imagen que capturo es un testimonio de mi amor por la belleza que me rodea y un regalo que comparto con aquellos que aprecian mi obra.