Fernando Botero
Bio
Fernando Botero (Medellín, 1932 – Mónaco, 2023) fue uno de los artistas colombianos más reconocidos a nivel internacional, célebre por desarrollar un estilo inconfundible caracterizado por el uso de volúmenes exaltados y proporciones monumentales. Formado de manera autodidacta y posteriormente en la Academia de San Fernando en Madrid, Botero se inspiró en la tradición pictórica europea —de maestros como Velázquez, Goya y Piero della Francesca— y en el arte popular latinoamericano. Su obra abarca pintura, dibujo y escultura, y a través de su peculiar tratamiento de la forma, el artista exploró temas que van desde la vida cotidiana y la historia del arte hasta la crítica social y política. El volumen en su obra no es mero exceso, sino un lenguaje propio que amplifica la sensualidad, la ironía y la dignidad de sus personajes.
A lo largo de su carrera, Botero expuso en museos y espacios públicos de todo el mundo, consolidándose como un símbolo del arte latinoamericano moderno. Sus esculturas monumentales han sido instaladas en ciudades como París, Nueva York, Madrid y Medellín, mientras que sus pinturas forman parte de colecciones de museos como el MoMA, el Museo Nacional de Colombia y el Museo Botero en Bogotá, que alberga una importante donación del artista. Botero abordó también episodios oscuros de la historia reciente, como en su serie sobre la violencia en Colombia y las torturas en Abu Ghraib, evidenciando su compromiso ético y su capacidad para convertir la belleza en un vehículo de reflexión. Con su estilo inconfundible, Fernando Botero dejó un legado que trasciende generaciones, afirmando la identidad cultural latinoamericana desde una visión universal.
Statement
Fernando Botero fue un pintor, dibujante y escultor colombiano, nacido en Medellín en 1932. En 1944, a los 12 años, Botero se inicia en el dibujo con escenas de la fiesta brava como ilustrador, para posteriormente hacer sus primeras acuarelas, técnica difícil pero muy reconocida en el contexto antioqueño. Cuatro años después, por encargo, para la cornisa del bar de una residencia, hace su primera obra con óleo sobre madera pintando In vino veritas, donde ya se aprecia un interés por el volumen de sus formas. Sorprende que un artista autodidacta recreara este tema con figuras y objetos de la cultura antioqueña ya con cierta voluptuosidad.
En los años cincuenta y sesenta el estilo de Botero se va definiendo, pero aún la pincelada en su pintura y el trazo en sus dibujos es suelta, pudiéndose percibir la influencia del expresionismo abstracto, tan en boga por esa época, y completamente antagónico a la figuración boteriana. Entre 1966 y 1968 Botero termina de definir su estilo, al que llegó ajustando la pincelada, desarrollando el volumen de las formas y alterando las proporciones. Estilo por el cual hoy se le reconoce mundialmente, representando escenas de la cotidianidad característica de la vida popular en Colombia en su época de juventud y consolidando una iconografía universal. Es en estos años, después de una etapa de búsqueda, que el propio artista reconoce haber encontrado su estilo, desarrollado desde entonces con absoluta convicción.
A partir de 1973 Botero se instala en París, después de más de una década de estancia y creación en Nueva York, e incursiona en la escultura, técnica que llegará a dominar con gran maestría y con exposiciones de obras monumentales en las principales vías de muchas ciudades del mundo.
Su vastísima obra, en la actualidad plenamente consolidada, su deliberada aversión por el arte contemporáneo y su amplio conocimiento de la historia de la pintura clásica hacen de Botero un artista excepcional en el país y el resto de América Latina. Sus pinturas y dibujos son trabajos personalísimos que de ninguna manera se pueden confundir con las diversas posturas figurativas internacionales de los últimos años. Depende más del arte de los grandes maestros, del arte popular, de la tradición prehispánica, de la imaginería del período colonial de América Latina, que de cualquier “ismo” figurativo.
Botero es el artista plástico más reconocido de Colombia en los últimos decenios. Sus obras forman parte de las colecciones del MoMA de Nueva York, el Instituto Smithsoniano de Washington D.C, el Museo Reina Sofía de Madrid y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, entre otros. Sus esculturas decoran espacios públicos y privados de todo el mundo, desde el aeropuerto de Madrid hasta un complejo de rascacielos en el centro de Singapur. Hoy en día, el mayor conjunto de obras de este pintor se encuentran el Museo Botero en Bogotá. Este recinto, que abrió en el año 2000, exhibe 123 piezas de creadas por el artista y 85 obras de arte internacional de su colección personal.
