Paula Otegui es Profesora Nacional de Pintura y Grabado. Licenciada en Artes Visuales, UNA, donde también cursó seminarios de Posgrado con el Prof. Juan C. Romero. Actualmente cursa la Maestría en Estéticas Latinoamericanas contemporáneas en la UNDAV.
Ha obtenido premios y distinciones, entre otros: 1° Premio Bienal Nacional de Dibujo Museo Franklin Rawson San Juan, 2019. 1° Premio Concurso Artes Visuales Dibujo y Pintura, FNA, Casa V. Ocampo, 2016. 1° Premio Artista joven Banco Central República Argentina, MNBA, 2009, Gran Premio Joven Talento 3° Edición Premio Pintura Universidad UADE, 2008. 1° Premio Jóvenes Pintores Hebraica 2007; Mención Pintura Salón Nacional Artes Visuales, Palais de Glace, 2014, entre otros.
En 2017 realiza una Residencia en Casa de Velazquez, Madrid, con el apoyo del FNA. Dicha institución le ha otorgado la Beca de creación en Artes Plásticas en 2015. En 2013 obtiene la beca de subsistencia otorgada por Fundación Pollock-Krasner NY, y el Fondo Metropolitano de las Artes, CABA.
Ha realizado muestras individuales en BA: Gal. Pabellón 4 Arte Contemporáneo, Centro Cultural Borges, Galería Praxis Internacional y Diana Lowenstein Fine Arts Gallery, Miami, USA, entre otras.
Su trabajo ha sido seleccionado por diversos jurados y ha participado en muestras grupales, entre otras: Horizonte Vazado: Artistas Iberoamericanos en el Filo, Instituto Cervantes San Pablo; Salón Nacional Pintura Fundación Banco Nación Argentina, Casa Nacional del Bicentenario, Bs.As.; Premio Fundación Klemm, Bs. As.; El Cambio, Artistas Latinoamérica y Caribe, Programa de Artistas del Banco Mundial, Washington. En 2015 es invitada a participar en “Beijing International Art Biennale” Museo Nacional de Arte de China y en “What is Hispanic?” en el Haggerty Museum of Art, Milwaukee, Wisconsin, USA.
Ha participado en Ferias Internacionales: Swab Arte Contemporáneo, Barcelona; Chaco, Chile; MIA- Art Fair ,Pulse y Scope Miami, Art Bo, Bogotá, Pinta London, Parte San Pablo, Art Fiera Bologna, Art Lima Perú, Arte BA Bs. As., etc .
Sus obras forman parte de colecciones institucionales en Argentina: Museo Timoteo Navarro Tucumán, Museo Prov. Bellas Artes René Brussau, Resistencia, Chaco; Banco Central de la República Argentina BA., Sociedad Hebraica, BA, UADE BA, Copime, Isev, BA. En EEUU, Haggerty Museum of Art, Marquette University Milwaukee, y Museo Nacional de Arte de China. Y colecciones privadas en Argentina, Paraguay, España, Colombia, EEUU, Italia, Inglaterra, etc.
Statement
En mis obras persigo el objetivo de desarrollar el concepto de espacio. Una noción de espacio que se vea cristalizada por la superposición de capas, que permitan seguir trayectorias y recorridos.
La propuesta visual consiste en hacer convivir en el mismo plano lugares y situaciones dispares, que conformen una realidad dentro de otra, superponiendo los escenarios, y generando la interrelación de las diferentes escenas, “[…] como una escritura de la escritura, que por lo pronto obliga a otra lectura […]”[1], atenta a la cara oculta del sentido, a la búsqueda de otra interpretación de la experiencia.
Así, de esta manera, la obra refiere a la idea de collage, no en su sentido técnico, sino a modo de impacto sobre una superficie, como cortar y pegar en el mundo virtual.
Estas obras narran historias, vivencias propias, históricas, culturales, son metáforas del tiempo, de la condición humana, de la memoria. Pasado-presente-futuro están interrelacionados, conformando “[…] un montaje de tiempos heterogéneos y discontinuos que, sin embargo, se conectan y se interpenetran (…)”[2]. Poniendo el acento en cuestionar o repensar las experiencias que caracterizan a los habitantes de las ciudades contemporáneas.
El proceso de puesta en marcha de la obra se inicia con la creación de pequeñas escenas, que luego se van enlazando, siendo obstáculos (unas de otras), que impiden ver los paisajes completos, otorgándole a la imagen un carácter fragmentario, complejo y barroco que se expande hacia el infinito, resultando un registro de cierta desintegración. Las partes conforman un todo ilimitado. La propuesta estético-plástica es trabajar con el concepto de totalidad y fragmento. La fragmentación es formal, material, conceptual, dialéctica, oscila entre la construcción y la deconstrucción de su superficie, ya que los fragmentos no se ajustan unos con otros, sus bordes no coinciden, son más producto del azar que piezas de un rompecabezas. Se suman al ejercicio reconstructivo, las superposiciones, que dan testimonio de la complejidad perceptual. Se superponen patrones figurativos, abstractos, geométricos, manchas, creando una trama visual compleja donde la mirada se desborda de contenido.
En estas obras la superposición constante de recursos y figuras genera una relación ambigua entre bi y tridimensión y, entre figura y fondo, se autorefieren, y alternan sus condiciones de denotación. El ilusionismo espacial, coexiste con el color planimétrico.
Cada obra es fragmento de un mundo, elaborada con gran conciencia de lo real. Un mundo de heterogeneidades, generoso, que otorga múltiples posibilidades.
Con la fantasía de recorrer el universo en un instante, planteo el tiempo en el que suceden todas las cosas simultáneamente, con una clara intención de dibujar el Universo y entenderlo como “[…] todo cuanto hay, [y representar] de cada cosa lo que ella es frente y junto a las demás, […] en el conjunto de todas las cosas, […][3] y cómo se manifiestan en la existencia universal. “Cosas reales físicas o anímicas, y también las irreales, ideales y fantásticas […]”[4] En la creación de esos mundos, que en ocasiones, adquieren connotaciones a lo oscuro, salvaje, violento, peligroso, se recrudecen los conflictos cuando todo eso que sucede afuera se instala adentro del Otro: ya no se trata solamente del riesgo de vivir, sino de experimentar la incertidumbre de cada día, advirtiendo la imposibilidad de pensar el adentro sin la influencia del afuera. Puedo ser Otro cada vez, en cada nuevo recorrido. El Otro es en el sentido de todo aquello que no soy yo, es el afuera […][5].
Dentro de esos espacios nutridos de tensiones, el término “desconstrucción” parece atravesar sus obras, al poner en juego pares dicotómicos conceptuales, natural/artificial; blanco/negro; línea/mancha. Sus obras reconstruyen paisajes naturales y urbanos, donde los motivos ornamentales dialogan con los materiales propios de las sociedades de consumo. En las obras se representan restos urbanos, casas precarias, cielos, agua, tierra, vegetales que brotan de las paredes, grafittis, carteles, autos… Una interpretación posible del Kosmos/Kaos contemporáneo. “[…] La desconstrucción se interna en ese campo polémico, en ese espacio heterogéneo de conflicto de fuerzas y sentidos […]”[6]. “Desestructurar o descomponer, incluso dislocar las estructuras que sostienen la arquitectura conceptual de un determinado sistema o de una secuencia histórica, haciendo temblar su suelo, des-sedimentándolo […]”[7]
En estas obras se proponen diferentes órdenes constructivos, las claves que ofrecen para la lectura son infinitas. Desde que comencé a desarrollar estas series de obras me interesó desentrañar la reiterada aparición de esquemas binarios en que se constituye el pensamiento occidental. Rural/urbano, izquierda/derecha, sagrado/profano, vida/muerte, amor/odio, así es como clasificamos la experiencia para darle significado, de una manera radical que deja de lado la infinidad de instancias intermedias. Esas situaciones extremas son las que provocan los enfrentamientos.
La naturaleza está siempre presente en las obras, ella se muestra exuberante y sensual, y está en constante cambio y movimiento, con acumulaciones de elementos complejos y disímiles. Algo que crece y se acumula en algún lado, algo que muere en otro, todo vuelve a empezar.
El individuo está diluido en el anonimato de la multitud y del caos del paisaje. Cada obra pareciera encerrar o condensar un espacio determinado y definido, en el que las situaciones que se desarrollan y sus protagonistas estuvieran detenidos. El objetivo es que el espectador se encuentre en ese mismo laberinto, hasta transformarse en Otro, un paseante de esos parques engañosos en los que se confunden entradas y salidas, días y noches.
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[1] Derrida, J., La desconstrucción en las fronteras de la filosofía, Buenos Aires, Paidós, 1989, p.15
[2] Didi-Huberman, G, Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes,Bs.As, Adriana Hidalgo Editora, 2011, p. 11
[3] Ortega y Gasset, J., ¿Qué es filosofía?, Madrid, Espasa Calpe, 14ª, 2007, p.87
[4] Ibid.
[5] Freud S., El Malestar en la cultura, Bs. As/Madrid Obras Completas Amorrortu Editores, Bs. As./ Madrid, 1982 p. 3019, 3022
[6] Derrida, Op.cit., p.10
[7] Derrida J., Op.cit, p. 20.